Para "suerte" del Perú la fragmentación de la Izquierda puede ser hoy la solución política para PPK, su eminente vacancia puede ser detenida. Dicha fragmentación está representada dentro del Congreso y tienen el poder del voto. Si una facción de la Izquierda nos metió en este lío de vacancia, la otra facción de la Izquierda nos puede liberar. 

Admitida la solicitud de vacancia presentada por Frente Amplio, se calcula que votarían a favor de la vacancia -con seguridad-  en bloque el Frente Amplio (10 congresistas) y Fuerza Popular (69 congresistas), y de manera invidual a sus bancadas se estarían sumando unos 6 congresistas (Mauricio Mulder y Javier Velásquez Quesquén del APRA, Julio Rosas y Edwin Donayre de APP, Roberto Vieira y Yeni Vilcatoma, los no agrupados), siendo 85 votos por debajo de los 87 votos requeridos. Hasta este momento Alianza para el Progreso y Acción Popular no definen la postura de su bancada, pero se especula que votarían en contra y/o se abstendrían, mientras el APRA estaría dejando el voto a conciencia de cada uno de sus cinco congresistas.

Si Nuevo Perú con sus 10 congresistas deciden en bloque votar en contra de la vacancia podrían sacarnos - democráticamente- de este lío. Pero esto sólo sería una victoria pírrica: PPK seguiría en el cargo herido de muerte. Si con audacia política se da esta salvaguarda a PPK, sería si y sólo si para que su debido proceso sea a través de la Comisión Lava Jato, que el Ministerio Público lo cite y lo investigue y darle un "respiro" al juicio político hasta tener más pruebas concluyentes de que si la relacion con Odebrecht es una infracción o un delito, más allá de omisión en la que incurrió PPK. 

La consigna debe ser deshacer esta crispación política tan favorable para el Fujimorismo, quitándole la sábana al fantasma del "golpe de Estado" y que sirve para eclipsar las investigaciones de la Fiscalía y las citaciones al Poder Judicial (y una posible prisión preventiva a Keiko). Como bien analizaba Marisa Glave a inicio de semana sobre la disyuntiva de "si votamos a favor, nos dirán que apoyamos al Fujimorismo, si votamos en contra, que apoyamos a la corrupción". He ahí la capacidad de audacia política de ir más allá del estigma, lo que está en juego es si ingresamos o no a un periodo post-vacancia, si ese periodo queda a la batuta del Fujimorismo (Galarreta como Presidente con un Consejo de Ministro lleno de Fujimoristas hasta 28 de julio de 2018) y si dejamos un precedente en la Historia de vacar a un Presidente con celeridad y por ceguera política.

Entonces, ¿un Nuevo Perú para PPK?