Al congresista Aprista no le bastó con hacer dicha protesta en la cual no comprendía por qué ya no habían entradas a precio jubilado, sino que decidió arremeter desde sus redes sociales contra Osvaldo Cattone, director del Teatro Marsano desde 1976.

Pareciera que no frecuentara los teatros o sabe muy poco sobre la industria teatral de nuestra ciudad, pues el musical que rinde tributo a la cantante francesa Edith Piaf (1915-1963) por el cual no quiso el Congresista pagar el precio de la entrada general, no es una producción de Osvaldo Cattone. Es gestionada por una productora independiente (Vargas Navarro Producciones) que reside temporalmente en el Teatro Marsano. Tampoco es potestad del también actor Osvaldo Cattone el definir el precio de cada tipo de entrada, sino de la productora a partir de los costos que esta asume para poner en cartelera la obra ganadora de los premios Tony y Laurence Olivier Award. Dato que parece desconocer y desmerecer el congresista reelecto por Lima en 2016.

Sus furibundas publicaciones tanto en Facebook como en Twiter carecen de validez al atribuir al también director teatral Osvaldo Cattone de "discriminar adultos mayores", quien goza de 84 años de edad. Su desmedida molestia y desconocimiento sobre la producción lo llevan a tergiversar y difamar a uno de los más respetables hombres de las tablas de nuestra ciudad.

El musical biográfico de PIAF fue considerado la mejor obra de teatro de 2015 en Lima y su protagonista Patricia Barreto, se hizo acreedora de reconocimientos por su interpretación. Con su reestreno en el Teatro Marsano la demanda de entradas es muy alta. Como todo Teatro debe hacer con sus diversos precios, la producción asigna una cantidad limitada para adquirir cada categoría de precios, sobre todo con los precios menores al precio general. Ello se debe para lograr un punto de equilibrio entre ingresos y egresos. Cada función hay que recaudar un mínimo para hacer sobrevivir la temporada. 

Nuestro Congresista por Lima se hace "protagonista" de este  "melodrama" por su supina ignorancia para con el Teatro, pues no revisó tanto en la Boletería como en la web de que "el precio de entradas para estudiantes y jubilados está bajo capacidad limitada". Es decir, cuando llegó Mulder la cantidad de entradas que se pueden vender a precio jubilado se agotaron, no hubo ningún acto de discriminación. Repito: SE AGOTARON. 

Por otro lado, si fuera Cattone un "discriminador de adultos mayores" como afirma Mulder simplemente no existiría la categoría "precio jubilado" con un monto (S/.38) por debajo del 50% del precio general (S/.100), y para darle consistencia a ese infausto epíteto que tuitea, las producciones propias de Cattone en el Teatro Marsano no hubieran tenido dicha categoría de precio desde hace cuatro décadas.

Si bien el precio para jubilados es un beneficio y hasta lo indica la ley N° 28803 para que en toda actividad cultural se destine una cierta cantidad de entradas a precio menor para fomentar el acceso de los jubilados, el Estado y nuestras autoridades sólo se quedan en estipular y sancionar en caso de no cumplir la ley, pero ¿con cuánto aporta el Estado para cubrir ese beneficio que estipula por ley? Por ejemplo, la diferencia entre el precio general (S/.100) y el precio de jubilados (S/.38) es de S/.62, ¿quién asume ese costo/perdida? El Teatro, no el Estado, sumado al precario apoyo que da al sector Cultura. En este caso, el Teatro Marsano ni Cattone menos la productora de PIAF están "contra la ley", al contrario, la han cumplido.

Según la Superintendencia Nacional de Banca, Seguros y AFPs del Perú (SBS) define como JUBILADO a aquella persona que al cumplir la edad legal de 65 años de edad puede ejercer su derecho de jubilación. Por otro lado, según el Estado mediante la Ley N°30490 define como ADULTO MAYOR a aquella persona que tiene 60 o más años de edad. En ese sentido, se accede al beneficio de un precio para jubilados a través del cumplimiento de presentar su carnet de jubilado por la ONP o AFP (similar condición se aplica en el precio para discapacitado con acreditación CONADIS), pero también muchos teatros aplican precio para adulto mayor con la sola presentación del DNI confirmando tener 60 años a más. Básica diferencia legal que debe manejar todo legislador, sobre todo si es un congresista que lleva reelecto tres periodos consecutivos, más de 15 años.

¿EL COMPAÑERO MULDER NO TIENE S/.100? Es la pregunta con la que muchos le han refutado su difamación en redes sociales. Hasta donde sabemos el Compañero del APRA tiene 60 años cumplidos y sigue en actividad laboral, con lo cual no es un jubilado bajo la edad legal de 65 años a más con acreditación, es tan solo un adulto mayor. No puede aducir que es "un jubilado" con derecho a ese precio, aún le faltan cinco años más.

Si no quedaban entradas a precio jubilado pudo pagar el precio general, o asistir un día popular que cuesta S/.50. El precio de S/.100 que se negó a pagar es equivalente al 0.64 % del sueldo mensual que percibe como Congresista (S/.15,600), vale decir, sueldo que se lo pagamos todos de nuestros impuestos. Incluso, el Teatro como activad económica contribuye para pagarle su sueldo, ¿cómo contribuye Mulder al Teatro?

Como uno de los 36 Congresistas que representa a Lima, ¿cuál ha sido su aporte legislativo directo para la Cultura, el Teatro y el Arte? Su desconocimiento sobre la escena teatral de Lima es vergonzosa, pues su difamación no sólo es hacia un connotado actor, director y productor de teatro que lleva aportando en nuestro país varias décadas sino a una PERSONALIDAD MERITORIA DE LA CULTURA.

Osvaldo Cattone recientemente - como parte de las actividades por el Día Mundial del Teatro - ha sido distinguido por el Ministerio de Cultura como “Personalidad Meritoria de la Cultura” por "su loable labor ininterrumpida de más de 60 años como actor, director y productor teatral; y por su contribución al desarrollo del sector teatral". ¿Sabía esto nuestro Congresista Mulder?

TRAS BAMBALINAS: POR QUÉ CUESTA S/.100 LA ENTRADA.

La obra PIAF que está en cartelera desde el 03 de Mayo al 11 de Junio cuenta con 10 actores en escena, 5 figurantes, 5 músicos en vivo, equipo de producción, director, asistentes, derechos de la obra, la escenografía, el vestuario, la utilería, los impuestos y tributos que se tienen que pagar igual aún cuando se cuente con la calificación del Ministerio de Cultura como "espectáculo público cultural no deportivo" (trámite por el que se paga) que sirve solo para la exoneración del IGV en la comprada de las entradas.

De parte del Estado siguen faltando iniciativas y políticas culturales que favorezcan a las Industrias Culturales y fortalezcan los Derechos Culturales de todos los peruanos. Menos del 1% del presupuesto nacional es para Cultura, y ya existe una campaña ciudadana para aumentarlo. Si el Congresista Mulder no aporta en la legislación cultural de nuestro país, ¿al menos pedirá disculpas públicas a un miembro del teatro peruano?

COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS, VAYAN A VER PIAF.