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PRIMAVERA LIMEÑA

El despertar de una política limeña enrarecida 

"¡Qué mundo es este en el que vivimos! No dudo que acabe peor que con la peste, si mudos vemos manejos como este."

- William Shakespeare.

Publicado: 2014-10-05

Este domingo 5 de octubre se habrá cristalizado una política enrarecida con la venía de mayoría ciudadana. Estas elecciones los limeños las recordarán con distintos apelativos, menos de que se trató de una reconciliación con la democracia.

Están ocurriendo dos fenómenos políticos que requerirán atención en el largo plazo. Por un lado, una ciudad capital que al son del desarrollo económico nacional se enrumba hacia su modernización tantas veces postergada para lograr los estándares que otras grandes capitales del mundo en desarrollo ya han conseguido. En Lima, por vez primera, se habla de una modernidad llevada a transformar la realidad: Metro de Lima, Sistema Segregado de Transporte, Metropolitano y Corredores, Vía Parque Rimac, Parques Zonales y peatonalización de calles, entre varias mega obras por realizarse. Enhorabuena, una confluencia de la inversión público-privada. Teniendo así una primavera de modernidad para la ciudad. Verbigracia de ello es que se ha logrado con la actual gestión Municipal el Plan Regional de Desarrollo Concertado de Lima al 2025 (PDF)

Como bien enuncia Gonzalo Torres en su columna de abril de este año:

"Lima ya está viviendo un cambio en su estructura urbana y cada vez se acelera más la aparición y confirmación de varios proyectos de infraestructura urbana pública. La llegada del tren eléctrico en su primer tramo (después de años de abandono y desesperanza, con sus estructuras inservibles avanzando en medio de la ciudad) parece haber dado el pistoletazo para que otras obras de gran envergadura se den en la capital. (...) Vía Parque Rímac descongestionará Evitamiento, pero no tiene aún fecha de inauguración. Ojalá venga acompañada por una revalorización del mismo río y su promesa como mirador y paseo, ya que hoy le hemos dado la espalda a nuestro icono. ¿Una ciudad con río que pasa por el medio y no lo valora? Solo aquí."

Por otro lado, se tiene el empobrecimiento de nuestra clase politica limeña de la mano con su electorado. La denotada modernización de Lima no va de la mano con el desarrollo de la politica, en la que ciudadanas y ciudadanos son permisibles con la corrupción de sus autoridades y sonríen complicemente al estratagema político de que robe pero haga obras.

Ha despertado así un prospecto político enrarecido. Esto lo revelaría una encuesta de DATUM a inicios de setiembre que a la pregunta "Si se comprueba que el candidato de su preferencia “roba pero hace obra”, ¿igual votaría por él?", el 41% de limeños votaría por un candidato que “roba, pero hace obra”, en contra de un 56% que no. A lo cual, el candidato y ex alcalde, Luis Castañeda Lossio, un 49% lo asocia con ese estratagema político para una gestión edil. Tenía por entonces una intención de voto del 57%. Ni siquiera una campaña moralista ("La marcha del 56%" del 24/9 ) ha logrado denostar tal afirmación y respaldo electoral, tanto que ante la posible tacha del JNE a la candidatura de Castañeda convocó a una marcha y concitó en la Plaza San Martín a poco más de mil personas: "Nuestra presencia aquí es el resguardo de la democracia, de la libertad para que se siga avanzando", dijo a sus seguidores en un improvisado mitin.

De esto se trataría la primavera limeña próxima a consolidar su temporada en la ciudad. Aunque usted no lo creo, esto tiene su asidero en una realidad social: el Perú tiene una taza de informalidad del 70% de trabajadores. Es decir, 70% del país no tributa ni es parte de la economía formal. Estas cifras que el INEI proporciona, incluso, se pueden revisar cómo la economía informal genera el 19% del Producto Bruto Interno y el 61% del empleo.

¿Y qué quiere decir esto? Que la alta taza de informalidad - que en Lima es del 43% - puede explicar el desarraigo político de las ciudadanas y  los ciudadanos para con las autoridades que eligen para las instituciones del Estado. Es decir, no les importa mucho si a quien eligen roba o no, la cuestión está en que haga obras que  lo y la beneficien. Su manera de relacionarse con el Estado es esquiva, no tributan al estado de sus ganancias. Esta afirmación se ve sustentada en la explicación en la columna de GONZALO ZEGARRA, director de Semana Económica:

"En el Perú, donde cerca de la mitad de la población no tributa, no debería sorprendernos que la corrupción esté aceptada en el sistema político. Cambiar ello pasa por combatir la informalidad. (...) ¿Qué clase de ciudadanos son éstos que se dejan robar a cambio de que les construyan unas escaleras?, parecen preguntarse los indignados. Pues bien, son simples mortales maximizadores de beneficios, que valoran las obras pero no sufren el robo, porque no es a ellos a quienes les roban, ni directa ni indirectamente. En efecto, lo que olvidan todos en el análisis político y moral peruano es una pequeña variable llamada informalidad, que en nuestro país alcanza niveles monstruosos. Por tanto, hay un montón de gente que no paga impuestos y/o contribuciones (el porcentaje varía según la naturaleza de los tributos, pero en general oscila entre 50% y 70%). O sea, si entre 30% y 50% no pagan impuestos, ¿por qué nos sorprende que 41% tolere la corrupción, si la plata robada al Estado no fue tributada por ellos?"

Finalmente, esta primavera limeña tiene el reto de la modernidad sobre la base de un "roba pero hace obras" que afecta el ‘establishment’ limeño a la que ninguna oferta política de 12 candidaturas se ha posicionado como alternativa viable, capaz de sacudir las preferencias del electorado. Por el momento, el sol de esta primavera enrarecida alumbrará la modernización  y las reformas de Lima al son del progreso de sus ciudadanos.


Escrito por

Pablo Antonio De Los Ríos

◆ Ciencia Política (UARM) ◆ Gestor Cultural (MALI) ◆ Abocado a la Gestión Pública y Políticas Culturales ◆ Digo verdades incómodas


Publicado en

Nada Contra el Mundo (NCM)

¿Qué tienes contra el mundo? Nada. Todo lo que digo NADA contra el mundo."Siempre seguí la misma dirección, la difícil,la que usa el Salmón"