#ElPerúQueQueremos

FUENTE: PADLR - 2013

EL FETICHISMO DE MISTURA

Una aproximación a la cosificación de la identidad nacional

Because something is happening here but you don't know what it is.

- Bod Dylan

Publicado: 2014-01-06

En el Perú algo pasa. Sobre todo, en la cocina algo pasa. La consigna del ensayo académico "EL FETICHISMO DE MISTURA Y SU SECRETO" es aproximarse a develar este inicial signo de interrogación que reclama atención y hasta ahora nadie le otorga condición de enigma. Procurar un analisis más sosegado de este proceso con vinculaciones económicas, sociales, políticas y con repercusiones en el imaginario colectivo. La brevedad de este ensayo reconoce que hay aristas que no son exploradas en su totalidad pero invita a que otras personas muy sesudas en los temas en mención secunden este paso inicial y sigan expandiendo su reflexión. Por ello, pongo a libre disposición para su lectura crítica. 


Desde el 2008 se organiza una feria gastronómica que ha logrado relevancia internacional, congregando a miles de visitantes y consolidando un espacio significativo en el acervo nacional. Feria que lleva por nombre “Mistura”, con sus ya seis ediciones anuales cumplidas, se caracteriza por reunir a los diversos actores de la cadena gastronómica: pequeños agricultores, cocineros, panaderos, vivanderas, dulceras, mozos, restaurantes, institutos de cocina, comensales, autoridades de gobierno, turistas, entre otros. Según sus propulsores y organizadores de APEGA (Sociedad Peruana de Gastronomía, 2007), “Mistura” estriba en “unir a los principales actores de la gastronomía peruana y cocinar un menú de actividades que promueva nuestra gastronomía y refuerce nuestra identidad cultural.” (Cfr. apega.pe, 2012). Por tanto, el estratagema de Mistura es “el comensal se relaciona cara a cara con el productor” (Cfr. mistura.pe, 2012). Esto es, entonces, el enigma a resolver entre “comensal” y “productor”. Una vez delimitado el ámbito real de lo que supone y significa una feria gastronómica, Mistura podrá develarse como fetiche del referente nacional. Pues, es causal de servir como puente entre productores, cocineros y comensales; un aporte que se cuantifica tanto en números como en dimensiones ulteriores como autoestima y reconocimiento. Siendo posible su comprensión en un contexto de creciente desarrollo económico en el Perú, fragmentación política yuxtapuesta a una descentralización de la Capital para con las Regiones. Decaído el fútbol nacional y desprestigiada la Política, la comida se posiciona como refugio nacional inmune a desilusiones catastróficas.

¿Una expedición posmarxista?

El presente ensayo académico es producto de un seminario de Teoría Política de Posmarxismo, por ello su reflexion está guiada por este enfoque para adentrarnos con apropiadas herramientas intelectuales al enigma que es Mistura. El enfoque posmarxista resulta de la convergencia de distintas corrientes teóricas como la lingüística, el psicoanálisis, la filosofía y, claro está, el marxismo. Hay dos maneras de comprender el Posmarxismo: una como un enfoque posmoderno (agotamiento de la modernidad con la guerra fría y con la caída del Muro de Berlín, 1989), y otro, por el contrario, una crítica y superación del posmodernismo (afirmación simplista de que no existen grandes meta-narrativas, verdades universales). Así mismo, este enfoque constituye una continuidad y a la vez una ruptura con en el desarrollo del Marxismo, más como reflexión y actitud intelectual que como ceño meramente de una ideología. Continuidad: no renuncia a la ida de que estamos inmersos en un mundo gobernado por la lógica del Capital que no se reduce sólo a lo económico. Ruptura: critica inteligentemente las bases mismas del análisis Marxista; renuncia a los "determinismos apriorísticos", la existencia de "esencias" que determinan la estructura del mundo social.

El Posmarxismo es, por tanto, tender un puente hacia una corriente de pensamiento que inauguró Marx, sin renunciar al cuestionamiento de cómo está estructurado nuestro mundo social y reconociendo las luchas sociales como defensa de la teoría democrática. Y cuestionando, brinda además estrategias para una lucha emancipatoria (Léase "Emancipación y diferencia" de E. Laclau). La idea de hacer pensable nuestro entorno y problematizar la existencia del campo discursivo actual y de la moral en turno.

Karl Marx, en su libro El Capital, expone en “El fetichismo de la mercancía y su secreto” cómo se da la relación intersubjetiva de los individuos respecto a las mercancías, síntoma nunca antes advertido en la sociedad capitalista. El fetichismo de la mercancía designa el fenómeno social y psicológico donde, en una sociedad productora de mercancías, éstas aparentan tener una voluntad independiente de sus productores, es decir, el resultado es la apariencia de una relación directa entre las cosas y no entre las personas, lo cual significa que las cosas (en este caso, las mercancías) asumirían el papel subjetivo que corresponde a las personas (en este caso, los productores de mercancías). 

La feria Mistura tiene un objeto rico en esas sutilezas metafísicas, un "objeto endemoniado", que es el resultado de la fuerza de trabajo que cada persona imprime en una metería dando productos derivados del trabajo. El objeto enigmático de esta feria es la comida, que es lograda por productores y cocineros, es decir, personas imprimiendo su fuerza de trabajo en una materia dando, como resultados del trabajo, un producto.

“A primera vista, una mercancía parece ser una cosa trivial, (…). Su análisis demuestra que es un objeto endemoniado, rico en sutilezas metafísicas y reticencias teológicas.” (MARX 1988:87)

Pero, ¿Cómo es que Marx llega a esta feria gastronómica? Pues dirá, “es por medio de este quid pro quo (tomar una cosa por otra) como los productos del trabajo se convierten en mercancías, en cosas sensorialmente suprasensibles o sociales” (MARX: 88). He aquí la relevancia del análisis recurriendo a Marx, reconociendo a su vez un contexto capitalista que posibilita la existencia de una feria como Mistura y que, más aún, tiene con muchos peruanos una relación enigmática, de la cual no son del todo consientes. 

Esta mercancía que es la comida, una vez servida como plato caliente o frió, como entrada o postre, se relaciona místicamente con los visitantes a la feria y fuera de ella, en el imaginario colectivo.


::: LEER ENSAYO

Y FETICHISMO COME IDENTIDAD NACIONAL...
"Celebremos que comer nos identifica y une como peruanos..." - Cristal

El peruano enajenado por la mercancía, que es la comida, es depurado en un comensal que en el presente análisis tiene una relación intersubjetiva que se manifiesta en los social. El comensal no solo está frente a la comida, sino que desde un punto de vista fisiológico se emociona, sonríe, llora, mastica, digiere, se estremece y saborea en su boca la comida peruana. Resaltando este punto se puede acercar más al enigma de Mistura entre comensal y comida. Marx refiere que “es sólo en su intercambio donde los productos del trabajo adquieren una objetividad de valor, socialmente uniforme, separada de su objetividad de uso, sensorialmente diversa.” (MARX: 89). Hace de la mercancía un objeto en el que deposita una diversidad de relaciones sociales, pues en dicho intercambio se posibilita estas adherencias, que son el resumen de la condición misma del individuo que se ha ido construyendo socialmente –como le pasa a la mercancía-, y que la suma de esas concepciones individuales pueden generar una concepción grupal, un “sentido común”, algo compartido.


Mistura trasciende los linderos de la feria gastronómica, no solo por su relevancia como feria a nivel internacional que ha concitado a diversos medios de prensa y generado sendos artículos de opinión en diversas partes del mundo. Transciende sus linderos en el que un elemento que antes era común, de diario consumo, puede significar en una feria el protagonista de toda la relación social que establezcan sus visitantes. Es decir, llegan a Mistura y la comida es el centro de sus conversaciones y la causante de sus silencios, porque – como dice el protocolo en la mesa- con la boca llena no se habla

En este análisis no se desconoce una realidad social que pasa a veces por tabú que es la carestía de una identidad nacional, aceptada por todos. Como los ensayos publicados en "BUSCANDO UN INCA" de Alberto Flores Galindo (1988). Más bien, es a la base de esta carestía que el fetichismo de Mistura transciende sus linderos, casi con vida propia. Esa búsqueda bicentenaria por tener algo de cohesión social, hace que una singular feria transmute en algo distinto a su origen. Como dice Alain Badiou en “ELOGIO DEL AMOR” (2009) hay que ser militante del amor; para los fines del análisis, puede forzarse la frase a decir que hay que ser “militantes de la comida”.

Por ello, el paralelismo de la reificación del concepto del Marx con la cosificación de la comida peruana, pues ambos aluden a la “sobredosificación” de las relaciones sociales. No basta con la abstracción sino que sea evidente en la realidad, como la comida puede evidenciar identidad compartida con otro, he aquí también un discurso que posibilita incluir al otro así no esté a tu lado (“el andino”, “el serrano”, “el de la selva”, etc.). En otras palabras, una relación social edulcorada de todas sus dificultades, posibilitada por un plato de comida que amaina nuestros conflictos sociales más álgidos y sutura nuestra tan anhelada identidad nacional. Como alquimistas, los cocineros han encontrado la piedra filosofal que reconcilia todas nuestras desavenencias sociales sentándonos a la mesa a sentirnos orgullosos de nuestra comida porque nos iguala a todos en un sentimiento y en una verdad compartida.




Escrito por

Pablo Antonio De Los Ríos

◆ Ciencia Política (UARM) ◆ Gestor Cultural (MALI) ◆ Abocado a la Gestión Pública y Políticas Culturales ◆ Digo verdades incómodas


Publicado en

Nada Contra el Mundo (NCM)

¿Qué tienes contra el mundo? Nada. Todo lo que digo NADA contra el mundo."Siempre seguí la misma dirección, la difícil,la que usa el Salmón"